lunes, 4 de mayo de 2015

La Restinga



                                                               La   Restinga
                                               

            Una vez más laguna de La Restinga ha pasado a ser el centro de la atención de los margariteños, para algunos de ellos porque la situación actual les afecta directamente, para los demás porque todo lo que afecte a la laguna nos interesa: es un patrimonio nacional pero especialmente es uno de los más importantes atractivos de la isla desde el punto de vista turístico y uno de los ecosistemas más singulares del Caribe.  Me atrevo a decir que único en toda América.  Por lo tanto es lógico que nos interese a todos su preservación, su conservación y  si es posible, creo que su ampliación.
            Antes de entrar en el tema objeto de la discusión y discordia actual sobre la conveniencia o no de intervenir urbanísticamente el istmo o restinga, creo importante recordar algunos datos del porque de la singularidad de este ecosistema lagunar: Tiene una extensión de unos 22 a 26 Km² dependiendo de la época del año: aguas altas o bajas.  Su salinidad es muy elevada; en el mar adyacente es 36 partes por mil (es decir 36 gramos de sal por litro de agua) en tanto en el canal de entrada y espacios anexos es de 38 a 40 partes por mil, y en sus extremos, laguna de Arapano y el Pasadero puede pasar de 50 partes por mil (50 grs. de sal por litro), por eso se dice que es una laguna hipersalina, separada del mar por un istmo o restinga arenoso de unos 22 Km de longitud por el norte y en comunicación con el mar por el sur a través de un canal donde se encuentra la mayor profundidad, de unos 6.5mts.  En ella se encuentran 4 especies de manglares distribuidos caprichosamente en relación a lo habitual.
            La mayor parte del sustrato es fangoso, con un elevado contenido en materia orgánica y como las aguas de la laguna son más densas que las del mar salen por debajo llevando al mar parte de esta materia orgánica que fertiliza las aguas marinas contribuyendo a la riqueza pesquera de toda el área circundante.  La temperatura del agua también es superior a la del mar adyacente.
            La laguna ha sido estudiada exhaustivamente desde el punto de vista biológico y geológico por investigadores de la UDO y de la Fundación La Salle y se han dado a conocer multitud de publicaciones científicas y también en libros.  Lamentablemente toda la información acumulada no ha sido adecuadamente dada a conocer al público en general aunque ahora el Museo Marino tiene una sala dedicada a este ecosistema que será renovada y actualizada para el próximo año.
Es decir, sabemos perfectamente bien de que hablamos y de lo que puede suceder.
            En la laguna se han identificado unas 100 especies de peces, es decir desde este punto de vista se puede decir que esta exhaustivamente conocida.  De estas 100 especies 59 cumplen todo su ciclo vital en la laguna, 17 la habitan durante sus etapas juveniles pero cuando son adultas salen al mar para reproducirse y completar su ciclo vital y unas 25 solo la visitan ocasionalmente.
            Entre las que habitan siempre en la laguna, unas 17 son comestibles y de importancia comercial.  Entre las que la habitan durante la época juvenil 16 son de gran importancia comercial y entre ellas se encuentran pargos y meros.
            Tradicionalmente, los pescadores han aprovechado estos recursos con diversos artes, alternando sus faenas entre el mar y la laguna.  A ellos se les debe escuchar.  El conocimiento que los pescadores tienen de esa zona es invalorable y casi todo lo que sabemos los científicos se lo debemos a ellos y lo digo precisamente por mi ya que con ellos e interactuado por mas de 30 años.  Muchos dirán “por eso los defiende” y en parte es cierto, porque el mundo de los afectos es más importante que el de los conocimientos científicos.
            De todo lo dicho se deduce: 1.- que la laguna por su riqueza actúa como un área privilegiada para el crecimiento y engorde de muchas especies de peces y también de camarones. No nos olvidemos de las ostras.  En el istmo abundan o abundaban los chipichipe y los guacucos.  Conclusión: la laguna es un tesoro y además es un atractivo turístico insustituible que puede convivir con un aprovechamiento pesquero si está todo bien regulado.



Futuro de la laguna: Dejada a la libre acción de los agentes naturales la tendencia de estas lagunas es a la desaparición por el relleno de los sedimentos que arrastran las aguas de lluvia que desembocan en la laguna a través de las quebradas y esto es lo que ha sucedido en el extremo occidental o “Saco”. Esta tendencia puede controlarse e incluso revertirse.
            El istmo es de reciente creación (geológicamente hablando) por lo tanto es dinámico e inestable: se mueve.  En las tormentas  el agua pasa por encima y también arrastra arenas a la laguna.
            Hasta no hace mucho tiempo en la zona denominada El Botadero el agua del mar pasaba a la laguna por filtración, filtrada limpia y transparente como un manantial, contribuyendo a evitar que el agua de Arapano elevara su salinidad y matara los manglares ¿Que ha pasado? ¿Por qué se ha cerrado? Eso no lo sabemos, pero si sabemos que en esa zona se concentraba mucho la gente para hacer sancochos y estaba convertido en un basurero indecente e inadmisible siendo un parque nacional y existiendo el Instituto Nacional de Parques.
¿Construcción de viviendas o reparación y mejoramiento de las existentes? Mi opinión es consultar y obtener la opinión de la mayoría de los restingueros que llevan viviendo en sus casas por más de cincuenta años, es decir es un pueblo.
Mi opinión personal: No tocar el istmo ni introducir maquinaria pesada. Restringir el paso a vehículos a lo estrictamente indispensable; reparar, mejorar y acondicionar las existentes, salvo razones de peso en contra y voluntad de los ocupantes.
Mi consejo:  Facilitar el paso del agua por todos los canales, si es  necesario dragando, establecer una comunicación con el mar por la parte occidental (que sea controlable) de modo que se cubra de agua todo el año y no solamente en la época de mareas altas agosto-diciembre, sembrar mangle y cuidar que les llegue agua.
En una visita realizada recientemente me alegró ver las maticas de mangle, preparada en los viveros.
            Me llamó mucho la atención que yo pudiera romper con las manos, fácilmente, los bloques que han llevado para la construcción de las nuevas casas, pero como no soy constructor y las “ciencias  adelantan que una barbaridad” como dice una antigua canción, puede que no tenga criterio.
            Para terminar diré que el problema de la conservación, mantenimiento y ampliación de la laguna no es regional, sino nacional, y que atañe a todos, ya que trata de un parque nacional, no diré frágil, sino excepcional por sus características hidrológicas y biológicas.  Me podría consolar el hecho de que su estudio me ayudó muchísimo a formar mi criterio, como biólogo marino, pero no seria justo.

   Por: Dr. F. Cervigón, Presidente Fundación Museo del Mar

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