lunes, 11 de junio de 2012

DIARIO EL PAIS MADRID ESPAÑA : Pez conejo


DIARIO EL PAIS MADRID ESPAÑA Edición de 11-6-12

 BIODIVERSIDAD
La especie invasora más nociva del Mediterráneo oriental ya ha alcanzado la costa de Marsella
MARINA SEGURA (EFE)
Día 11/06/2012
ABC

El temible pez conejo, la especie invasora más nociva del Mediterráneo oriental, puede llegar al litoral español y causar enormes daños al ecosistema de la cuenca mediterránea occidental.
Hasta la fecha, únicamente se han detectado ejemplares aislados en la cercana Marsella, pero la investigadora Emma Cebrián, del Centro de Estudios Avanzados de Blanes, advierte que «no hay que relajarse».
La gestión en la lucha contra las especies invasoras resulta muy costosa y en ocasiones no se aplica, aún pudiéndose hacer, sobre todo cuando se trata del medio marino, subraya Cebrián, que participa en unas jornadas organizadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas sobre los cambios climáticos bruscos.
En la actualidad, las algas invasoras suponen la principal amenaza para el Mediterráneo occidental. En la zona oriental, en cambio, son los peces conejo, que, de momento, se concentran en las aguas calientes de Turquía y Grecia.
Si los voraces peces conejo llegan al litoral español las algas invasoras no representarán las variedades más perjudiciales. Si desaparece la cubierta vegetal los animales no tendrían con qué alimentarse, ni lugares donde desovar o espacios en los que esconderse (en el caso de los juveniles), explica Cebrián.
Comunidad coralígena
Emma Cebrián publicará en breve -en la revista Biological Invasions- los resultados de su último estudio sobre el impacto de las algas invasoras en la recuperación de sistemas ya degradados por el cambio climático en la comunidad del coralígeno.
Las gorgonias son corales blandos de crecimiento lento, afines a las aguas frías y que han registrado altas tasas de mortandad durante veranos «anormalmente calientes».
El problema para su recuperación reside en que los ejemplares juveniles no consiguen prosperar, debido a que las algas invasoras «no les permiten asentarse, ni crecer y terminan ahogándoles».

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